SANTIAGO PIE DE MONTE

sábado, octubre 07, 2006

ANTECEDENTES GENERALES


LIMITES DEL AREA DE ESTUDIO

Norte: El Cajón del Río Mapocho, en la cota máxima de urbanización (1.000 m.s.n.m.)
Sur: El Cajón del Río Maipo, en la cota máxima de urbanización (1.000 m.s.n.m.)
Este: La línea formada por el eje de la quebrada Vallecito hasta la línea divisoria de aguas de los cerros Provincia, Ramón y Punta de Damas.
Oeste: La cota 750 m.s.n.m. canal las Perdices e incorporando las cinco comunas de piedemonte ; Las Condes, La Reina, Peñalolén, La Florida y Puente Alto.


Giro del norte
Toda la información que recopilamos se presentaba verticalmente con el norte hacia arriba.

Plantearnos un estudio sobre la relación de Santiago con nuestra Cordillera, significará dejar de darle la espalda y verla de frente. Esto nos llevo a entender las relaciones transversales en un sentido descendiente. Como son los cursos de agua. De arriba hacia abajo. Por ello, se propone girar la planimetría colocando arriba el Este. Calzando los fenómenos geográficos con la mirada abstracta de la planimetría.

Caracteristicas fisico-ambientales del territorio

a.-Geomorfología

La región metropolitana, en donde se ubica el piedemonte, presenta un territorio en el cual es posible distinguir claramente tres unidades de relieve: cordillera de los Andes, la Depresión Intermedia y la cordillera de la costa. Asociada a la cordillera principal se levanta la precordillera andina desde los 550 metros en la depresión central hasta aproximadamente los 3.000 m. de altitud. Esta se presenta como un cordón montañoso orientado de norte a sur, limitando la cuenca de Santiago por el oriente, siendo una de sus cumbres principales el cerro San Ramón (3.250 m.s.n.m.), localizado frente a la ciudad de Santiago.

La cuenca ha sido parcialmente rellenada con sedimentos fluviales y fluvio-glaciares provenientes de los cursos superiores de las hoyas hidrográficas de los ríos Maipú y Mapocho; fluviales de los esteros Lampa, Colina y Angostura; y cenizas volcánicas en su mayoría redepositadas. Estos sedimentos sepultan casi totalmente una topografía antigua emergiendo las cumbres más altas de la cuenca, como cerros-islas.

La parte superior del relleno de la cuenca esta constituida por diversos conos de deyección coalescentes, cuya expresión topográfica general es la de una superficie regular inclinada hacia el oeste que recibe el nombre de piedemonte. De esta manera el piedemonte andino de la cuenca de Santiago posee ciertas características físicas que lo hacen ser particular y diferente del resto de la cuenca.

En resumen el piedemonte es un plano inclinado constituido por diversos cono de deyección coalescentes cuyas formas depositacionales corresponden a acumulaciones sedimentarias originadas por los materiales transportados a través de las quebradas que tienen sus cabeceras en la precordillera y que drenan hacia la parte baja de la cuenca.

b.-Clima

El piedemonte, en términos generales, al igual que el resto de la cuenca de Santiago esta bajo el dominio de un clima Templado Calido con lluvias invernales. Desde el punto de vista genético del clima, el área esta bajo influencias anticiclonales cálidas y ciclonales templadas alternadas, con el subclima Periodos Secos en Verano (Romero, 1985).

Por lo tanto la ciudad esta afectada por condiciones de buen tiempo (estabilidad atmosférica, cielos despejados, alta temperatura durante el día) asociadas a la presencia del Anticiclón Subtropical del Pacifico Sur-oriental durante la mayor parte del año. Mientras que en el periodo invernal cuado el anticiclón se traslada hacia el norte, en general, se manifiestan los periodos de mal tiempo (inestabilidad atmosférica, precipitaciones, baja temperatura) asociados a la Circulación Ciclonal del Oeste y a las influencias del Anticiclón Frío Antártico.

La importancia del piedemonte desde el punto de vista climático de debe a su localización espacial en la vertiente de barlovento de la cordillera andina. Esta vertiente de la cuenca hace ascender las masas de aire que sufren una conexión forzada provocando importantes gradientes, independiente de sí estas masas sean componentes del flujo regional o de sistemas locales.

El comportamiento climático analizado por Romero y Vinagre (1985) estiman un aumento de las precipitaciones de 450 a 900 mm. entre los 850 y 2.000 m.s.n.m, pasado este límite las lluvia caen en forma sólida. Respecto a las temperaturas medias anuales, aumentan de 15ª a 17ªc. desde los 700 a los 1.000 m.s.n.m (respectivamente), siendo esta ultima cota el limite de inversión térmica. Superando el límite de inversión las temperaturas disminuyen de 16ª a 9ªc.

El área se encuentra bajo la influencia de los flujos de viento diario de valle-montaña (anabáticos) durante el día; y montaña-valle(catabáticos) durante la noche, producto de la diferencia térmica que se origina entre la superficie de la cuenca y las laderas montañosas adyacentes. Estos vientos tienen gran incidencia en la dispersión espacial de la pluma de contaminantes provenientes del interior de la ciudad ( Ihl et al, 1995, 1996; Romero et al, 1995b).

El calentamiento diferencial de las vertientes no solo implica la dinámica de los vientos sino una mayor evo transpiración potencial en comparación con las unidades climáticas del resto de la cuenca. Este fenómeno se ve favorecido con la altura y el gran numero de exposiciones solares de la vertiente, especialmente las secciones que exponen hacia el oeste; además de la menor humedad producto de la mayor altura. Por todos los factores anteriores, la evo transpiración potencial fluctúa entre 120 y 150mm. entre los ríos Maipú y Mapocho; y entre los 800 y 2.000 m.s.n.m. aumenta de 110 a 155mm. (Romero y Vinagre, op. Cit.). En cuanto a la humedad relativa, los mismos autores señalan que esta no presenta grandes diferencias con las observadas en otras vertientes de la cuenca, por lo que a 1.000 m.s.n.m. el promedio anual es de 60% disminuyendo a 50% y a solo 45% a los 1.900 y sobre los 2.000 m.s.n.m, respectivamente.

c.-Hidrografía

La hidrografía del piedemonte de presenta con varias quebradas principales y sus conos respectivos que, en sentido norte sur, corresponde a las quebradas de San Ramón, Nido de Águila, Macúl Y Lo Cañas, principalmente. El comportamiento del as variables hídricas asociadas a los riesgos naturales de las quebradas ha sido estudiado y recopilado por diferentes autores, tales como Mariangel ( 1990) para las quebradas de San Ramón y Nido de Águila y Muñoz (1990) en la quebrada de Macúl entre otros.

En cuanto a los patrones hidrológicos de la vertiente, se debe señalar las características de alta torrencialidad de los cauces, determinado por los factores climáticos y geomorfológicos que se expresan en un escaso tiempo de concentración, alta velocidad y turbulencia de los caudales. Lo anterior resulta en crecidas rápidas y violentas con gran poder erosivo y arrastre de materiales que afectan el área de estudio.

En general, el régimen hídrico que presentan estas quebradas se pueden establecer y generalizar a partir de los estudios recopilados por Muñoz (op. cit.) para la quebrada de Macúl. Dicho autor señala que se presenta tres tipos de cauces: menor, mayor y mayor excepcional. Los dos primeros están relacionados a los montos de caudal estival e invernal respectivamente, por lo tanto ambos tiene recurrencia anual. El cauce mayor excepcional esta en función de las máximas de pluviosidad y caudal, las cuales no tienen una secuencia definida, por tanto suelen estar separados por varios años entre una y otra.

d.-Suelos y Vegetación

A partir del estudio realizado a los fotomosaicos levantados por CIREN (1962), se concluye que en el piedemonte coexisten las clases de suelo I, II Y III de riesgo, las cuales están siendo ocupadas a partir de la década de los sesenta en uso urbano; mientras que las clases IV de riesgo y la VII de secano, son las que predominan. Las 24 unidades cartográficas de suelo localizadas aguas abajo del Canal San Carlos, correspondes a suelos regables; y de acuerdo al desarrollo del perfil y estado de intemperización, poseen un desarrollo incipiente con un material generador levemente intemperizado. Esta categoría incluye suelos con un horizonte A definido y con ausencia de un horizonte B textural o con estructura.

En cuanto a la textura, todas las unidades de suelo son moderadamente finas: franco arcilloso, franco arcilloso-arenoso y franco arcillo-limoso. Debido a esta características textuales los suelos poseen un buen drenaje interno. Respecto a las limitantes, las unidades que presentan restricción por micro relieve corresponden a un 56%; Mientras que las pendientes de suelo no erosionado que restringen moderadamente el uso, son de un 28%. La pedregosidad es otra de las limitantes de los suelos localizados en el piedemonte, la cual afecta al 25% del total de unidades (Azocar et al ,1993).

Respecto a la vegetación, en el piedemonte predominan las formaciones de matorrales, en especial la asociación espinal (acacia caven) con otros arbustos. Su densidad es escasa y varia de acuerdo con las condiciones locales de exposición y humedad. El aspecto del espinal es de una maraña relativamente abierta de árboles y arbustos espinudos. En los lugares protegidos de las quebradas se presenta un matorral arborescente de gran desarrollo, especialmente los terrenos con exposición sur, con árboles como peumos, quillayes, boldo, litre y bollen (Quintanilla, 1983)

Desde los 1.500 m.s.n.m. vuelve a presentarse un material que cada vez es más ralo y de carácter xerico, disminuyendo el tamaño de los ejemplares y empobreciéndose las especies hasta quedar las más resistentes al frió y la aridez. Hacia los 2.500 m.s.n.m. la cubierta vegetal es rala, con espacios rocosos desnudos, presencia de cactáceas, pastos de champas y arbustos espinosos